Comentamos el día que hablamos de los pastores que éstos aprovechaban los ratos de tedio mientras cuidaban el ganado para realizar pequeños trabajos artesanales (colodras, cuencos, albarcas) que luego vendían para completar su escaso sueldo. Otra "ocupación" que también les reportaba un beneficio (en este caso a sus vacías tripas) era ordeñar unas cuantas ovejas (un poco cada una, que lo tenían estrictamente prohibido) y merendar un arroz con leche.
Nosotros lo tenemos un poco más fácil, basta con mirar en la nevera y con un poco de paciencia cocinar uno de los postres más sabrosos y sencillos que se pueden encontrar.
Ingredientes: Una taza de arroz.
Un litro y medio de leche
La corteza de un limón
Un palo de canela
Siete cucharadas soperas de azúcar
Se sirve en boles individuales y se deja enfriar. El que quiera se puede echar canela en polvo.