Salimos de Castrillo por la pista que une nuestros pueblos y que se hizo con motivo de la concentración parcelaria hace más de 20 años. Dicha pista , que está siendo reparada en estos días, aprovecha en gran parte el trazado del Camino Real, la principal vía de comunicación del valle hasta la construcción de la carretera en los años 20 del siglo pasado. Antes de llegar a Santa María nos desviamos a la derecha por un camino carretero que lleva a la antigua venta, reformada hace unos años y oculta por un gran seto. El camino gira a la izquierda siguiendo el curso de un arroyo hasta alcanzar un descampado en el que se pueden ver unas ruinas. Se trata del antiguo molino, del que apenas quedan los cimientos. Se habla ya de él en el Catastro de Ensenada, en 1752. En esa fecha su propietario era D. Antonio García Osorio y tenía utilidad por los tres meses que molía en el rigor del invierno veinte reales de vellón. Funcionó hasta los años cincuenta del siglo XX. Más de doscientos años, y en poco más de treinta después de cerrar se vendió su piedra y desapareció casi por completo.
Para completar el paseo seguimos por el camino, atravesamos el Mardancho y nos metemos en una chopera a la derecha para llegar a Las Irías. Según Julián Berzosa en su libro "Toponima mayor y menor de Valderredible" se trataría de un terreno cultivado en otro tiempo y que se ha abandonado. Hoy está sembrado de algún cereal, "verdeguea" y sus primeros brotes son aprovechados por los corzos, que huyen monte arriba interrumpido su desayuno.