martes, 15 de febrero de 2011

MAS SOBRE LA BIOMASA

Si en la anterior entrada comentábamos la importancia del bosque y la necesidad de conocerlo, valorarlo y protegerlo, hoy vemos en El Diario Montañés nueva información acerca de la anunciada fábrica de biomasa a instalar en Villanueva del Nía.

El proyecto a desarrollar por la empresa Arruti se va concretando y ya se habla de una inversión cercana a los 10 millones de euros. Esto supondría la contratación de unas 20 personas, así que tal anuncio ha generado gran expectación entre los jóvenes de la comarca.

¿En qué consiste una planta de biomasa? La que se va a instalar en Villanueva se dedicaría a la producción de "pellets". Los pellets son unos aglomerados fabricados con madera prensada que se utilizan en la calefacción doméstica sustituyendo al gasóleo. Se consiguen así dos beneficios; se elimina el gasóleo (unos de los derivados del petróleo, caro y no renovable) y se le da utilidad al bosque al emplear las ramas que se desechan al podar y desbrozar.
En otras fábricas de similares características se complementa con una pequeña planta de cogeneración que utiliza la energía producida en la combustión de la madera de menor valor para secar las virutas y producir los pellets, evitando así el uso de otro tipo de energía más contaminante. No sabemos si esa será la opción elegida por Arruti.
En definitiva, estaríamos ante una buena noticia para la zona si se llega a materializar la inversión, pero estamos acostumbrados por estos lares a mucho anuncio y poco futuro. Que esta sea la excepción.

viernes, 11 de febrero de 2011

EL BOSQUE

La ONU ha declarado el año 2011 Año Internacional de Los Bosques. Desde Valdelomar vamos a aportar nuestro granito de arena (modesto, eso sí) para que el bosque sea conocido, valorado y protegido.
El bosque ha sido la principal fuente de recursos del mundo rural; gracias a él el hombre obtenía combustible para su hogar, materia prima para sus aperos y alimento para su ganado.
Su utilización por lo tanto siempre fue objeto de polémica, intentando evitar la sobreexplotación que la actividad humana demandaba. En 1752, cuando el Catastro del Marqués de la Ensenada habla del monte común de Valdelomar ya se referiere a la limitación de uso "... no le rinden otra utilidad que la de los pastos de los ganados de los vecinos, respecto no permitir se haga corte de leña en ellos, a fin de conseguir su aumento en observancia de lo prevenido por Su Majestad..."
En Valdelomar podemos disfrutar de tres tipos de bosque.
Por un lado el de Ahedo. Situado al Sur de nuestros pueblos, está formado mayoritariamente por hayas, aunque también abunda el roble quejigo y algunos ejemplares sueltos de enebros, mostajos y pequeñas manchas de pino.

El citado Común de Valdelomar posee una gran extensión de monte formado mayoritariamente por roble quejigo, aunque en los años 50 del pasado siglo se repobló con pino y también tiene una zona de roble albar, más alto y con mayor porte que el quejigo.

Merece la pena destacar también la vegetación de ribera: chopos, avellanos y salces hacen que pasear a la orilla de los arroyos en otoño sea una maravilla para la vista.
Las funciones del bosque han cambiado mucho en los últimos años. Ahora tenemos vitrocerámica, radiadores y plástico y no necesitamos ir al monte a por leña para calentarnos o para hacer un trillo o un arado. Hoy hablamos de los bosques como pulmones del planeta o como salvaguardas de la biodiversidad. Se les busca nuevas utilidades como reclamo turístico, vertebrador del paisaje o por su riqueza micólógica.

Pero siguen amenazados. Todos esos electrodomésticos funcionan con energía eléctrica que es necesario producir; para cubrir la creciente demanda de energía a nuestros gobernantes se les ha ocurrido construir una serie de parques eólicos en el Sur de Cantabria, en la zona con menor densidad de población de toda la región, donde menos "molesten", donde hasta el ser humano es una especie a extinguir. ¿No será mejor repartir un poquito ese "pastel"? ¿Es imprescindible instalar esa cantidad de aerogeneradores en tan poco espacio?
Termino con las palabras que Felipe II dirigió al Consejo de Castilla en 1572:
"...temo que los que vinieran después de nosotros han de tener mucha queja de que les dejamos los bosques y sus riquezas consumidas: y pliegue a Dios que no lo veamos en nuestros días"






lunes, 7 de febrero de 2011

LA IGLESIA MUSEO (O EL MUSEO DE LA IGLESIA)

Todos los vecinos de Valdelomar conocemos la afición de Julián Berzosa (nuestro párroco) por la historia y la etnografía. Este apego por su tierra le ha llevado a publicar varios libros (indispensables para conocer el Valle) y a construir con sus propias manos un museo etnográfico en San Andrés, su pueblo.
Con ese mismo afán divulgativo se ha propuesto recoger en la iglesia de San Martín todos los objetos que se han venido utilizando en las ceremonias religiosas y que, con el devenir de los años, han ido cayendo en el olvido. La colección reunida así abarca desde elementos empleados directamente en la liturgia (misales, casullas, cálices,etc.)







hasta otros que, si bien son utilizados con motivo de las celebraciones religiosas, tienen un carácter más profano (matracas, carracas, etc.)







Este Domingo pasado nos comentaba Julián que habían entrado a robar en varias iglesias de la zona (Rasgada, Arcera, Montesclaros). Lo que se llevan tiene muy poco (por no decir ningún) valor económico y menos artístico (aquello que merecía la pena está en el Museo Regina Coeli de Santillana del Mar). Para todos los habitantes de estos valles casi olvidados supone por el contrario un gran quebranto. Es una puntilla más que se viene a añadir a estos inviernos en los que los pueblos van perdiendo poco a poco parte de su energía. La sensación de inseguridad es muy grande, el territorio a vigilar extenso y los efectivos encargados de su custodia, escasos.
Esperemos por el bien de todos que esta oleada de robos termine pronto y no tengamos que lamentar la pérdida de más patrimonio.