martes, 29 de mayo de 2012

LAS VIEJAS CANTERAS

 Una señal infalible del despoblamiento de nuestros pueblos es la cantidad de paredes caídas que se ven a poco que nos demos un paseo. Da verdadera pena contemplar cómo las zarzas crecen en sus entrañas hasta terminar con ellas.Siente uno más pena todavía si se pone a imaginar las horas de trabajo que les llevó a los abuelos el levantar esas piedras para proteger una finca, un colmenar o una huerta.
 En una tierra de necesidad hasta las piedras escaseaban. Se aprovechaba hasta el último escombro, pero no era suficiente para cubrir la demanda, de ahí que fuera necesario extraer más piedras de unas improvisadas canteras.
 Cruzando el Mardancho todavía se pueden contemplar los restos de alguna de ellas. Son ,como casi todo por estas tierras, rudimentarias y pequeñas, pero funcionales. En un afloramiento rocoso se buscaba la veta y por medio de cuñas, mazas, picos y demás herramental se iban sacando moles de piedra que muchas veces eran partidas allí mismo para facilitar su transporte.



Veta abierta
 Aprovechaban el desplome del terreno para acercar los carros y hacer más fácil la carga del material.
Cargadero de la cantera

Cantera de Las Bermejas

Cantera de Los Malatos
 Para el transporte hasta el pueblo utilizaban la mayoría de las veces la "rabona", un carro más vasto que también se empleaba para acarrear la madera.
La "Rabona"
 Una vez en el pueblo, la piedra era trabajada por los canteros (los antiguos albañiles), que en la mayoría de los casos emigraban en pos del trabajo. El material extraído de estas canteras no servía para la construcción de casas (para ese fin se utilizaba la piedra de sillería, también abundante en todo el Valle), su función era mucho más modesta (tapias, casetas de las eras, almacenes para las patatas, etc.), pero siempre con el mismo método transmitido de generación en generación.

                                                  Canterito de Dios,
                                                  pon una sobre dos,
                                                  y de vara en vara,
                                                  traba.
      La vara es una unidad de medida utilizada en Castilla y que equivale a 80 cms. aproximadamente; la traba hace referencia a una piedra colocada transversalmente y que ayudaba a unir la construcción impidiendo su derrumbe. Si la traba se pone en una pared y asoma por ambos lados, la pared pertenece a los dos vecinos que la pared separa y están obligados a mantenerla y repararla; si por el contrario sólo asoma por un lado, la pared es propiedad del vecino por el que asoma y es éste el encargado de su mantenimiento.
Pared con "traba"
Esperemos que de ahora en adelante no se caigan más paredes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE INTERESANTE ES RESPETAR Y POTENCIAR LOS PUEBLOS SIN DESTRUIRLOS.

EN NUESTRO CASO LA BASURA ELÉCTRICA NOS SALPICA Y TAMBIÉN LAS NEFASTAS DECISIONES POLÍTICAS DE LOS MALOS POLÍTICOS LOCALES.

POR FAVOR FIRMAD Y DIVULGAD ESTA PETICIÓN PARA QUE NO NOS DEJEN BASURA ELÉCTRICA EN PLENA CALLE DE NUESTRA LOCALIDAD DE NIHARRA (160 HABITANTES), ÁVILA, CASTILLA Y LEÓN, ESPAÑA.

MUCHAS GRACIAS:

http://www.change.org/es/peticiones/no-al-transformador-en-calzada-vieja